También tomamos un aperitivo en la antigua casa del guardia de la finca, convertida hoy en casa museo, más conocida como Casa Galvija.
Por último, aprovechando que estábamos en la aldea, hicimos una visita a la ermita para ver a la Virgen del Rocio.
En resumen, fue una mañana muy agradable y aprendimos muchas cosas sobre este tesoro natural que tenemos a dos pasos de nuestra ciudad; vimos ciervos, pájaros, caballos, mucha naturaleza....y alguna huella de lince.
Queremos dar las gracias a los amigos de Cruz Roja, a los chicos de Doñana-Nature, y a nuestros compañeros de ANSARES.
Juntos pasamos una mañana fantástica.
Cuando queráis repetimos!!!
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